martes, 28 de julio de 2009
lunes, 27 de julio de 2009
A propósito de la "psicopatología"
Trazar una distinción
De acuerdo con Keeney (1987) retomando a Brown, la distinción consiste en demarcar la observación, colocando límites y fronteras para crear una observación organizada basada en la realidad. Él toma el principio de la Gestalt de figura – fondo para explicar este paso ya que en este los individuos al hacer una primera observación limitan su foco, configurando la figura y desconocen el fondo. Lo mismo ocurre en la distinción. Las clases de distinciones que se pueden realizar en un contexto son muchas ya que cada persona traza una observación de acuerdo con su marco de referencia, agrupando acontecimientos y luego crea categorías. Permitiendo que la observación tenga un orden en donde “El observador primero distingue y luego describe” (p.36).
Tomado de Murillo et al. (2008)
De acuerdo con Keeney (1987) retomando a Brown, la distinción consiste en demarcar la observación, colocando límites y fronteras para crear una observación organizada basada en la realidad. Él toma el principio de la Gestalt de figura – fondo para explicar este paso ya que en este los individuos al hacer una primera observación limitan su foco, configurando la figura y desconocen el fondo. Lo mismo ocurre en la distinción. Las clases de distinciones que se pueden realizar en un contexto son muchas ya que cada persona traza una observación de acuerdo con su marco de referencia, agrupando acontecimientos y luego crea categorías. Permitiendo que la observación tenga un orden en donde “El observador primero distingue y luego describe” (p.36).
Tomado de Murillo et al. (2008)
¿Y esto qué tiene que ver?
Como se habrán dado cuenta, he subido algunos archivos para descargar que no son precisamente del ámbito de la Terapia Breve Sistémica. Esto tiene su explicación: primero, las obras de psicólogos humanistas tienen una filosofía acerca del hombre que es compartida por las terpias sistémicas posmodernas, tal es el caso de Victor Frankl y Eugen Gendlin; segundo, el audio de la técnica de Jacobson creo que es esencial para muchos colegas terapeutas más allá que se trate de una método del ámbito conductual; tercero, el texto de Capponi sobre Psicopatología y Semiólogía Psiquiátrica (pronto a subir) creo que ahorrará unas cuantas fotocopias a varios de mis alumnos. Y así, seguiré subiendo a veces cosas "nada que ver" pero que tendrán siempre alguna razón detrás.
domingo, 26 de julio de 2009
El Lenguaje del Cambio - Paul Watzlawick
Dícese de esta obra:
"Las características esenciales del lenguaje de la comunicación psicoterapéutica fueron ya fundamentalmente conocidas por los antiguos maestros de retórica y son modernamente objeto de penetrantes investigaciones en los más diversos ámbitos de la vida. La presente obra conjuga, en cierto modo, lo antiguo con lo moderno, al apoyar la técnica de la comunicación terapéutica en los resultados más recientes de la investigación de los procesos cerebrales y en el genial dominio del lenguaje que debemos al hipnoterapeuta norteamericano Milton H. Erickson."
Que lo disfruten.
"Las características esenciales del lenguaje de la comunicación psicoterapéutica fueron ya fundamentalmente conocidas por los antiguos maestros de retórica y son modernamente objeto de penetrantes investigaciones en los más diversos ámbitos de la vida. La presente obra conjuga, en cierto modo, lo antiguo con lo moderno, al apoyar la técnica de la comunicación terapéutica en los resultados más recientes de la investigación de los procesos cerebrales y en el genial dominio del lenguaje que debemos al hipnoterapeuta norteamericano Milton H. Erickson."
Que lo disfruten.
miércoles, 22 de julio de 2009
LA FLOR DE COLERIDGE
"Si un hombre atravesara el Paraíso en un Sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado ahí, y si al despertar encontrara esa flor en su mano... ¿entonces qué?"
Samuel Taylor Coleridge, escritor inglés (1772-1834)
Samuel Taylor Coleridge, escritor inglés (1772-1834)
martes, 21 de julio de 2009
Instrucciones para llorar
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Julio Cortázar
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
Julio Cortázar
Cielo e infierno
En cierta ocasión, un belicoso samurai desafió a un anciano maestro zen a que le explicara los conceptos de cielo e infierno. Pero el monje replicó con desprecio:
- No eres más que un patán y no puedo malgastar mi tiempo con tus tonterías!
El samurai, herido en su honor, montó en cólera y, desenvainando la espada, exclamó:
- Tu impertinencia te costará la vida.
- Eso -replicó entonces el maestro- es el infierno!
Conmovido por la exactitud de las palabras del maestro sobre la cólera que le estaba atenazando, el samurai se calmó, envainó la espada y se postró ante él agradecido.
- Y eso -concluyó entonces el maestro- eso es el cielo!
(Relato anónimo japonés)
- No eres más que un patán y no puedo malgastar mi tiempo con tus tonterías!
El samurai, herido en su honor, montó en cólera y, desenvainando la espada, exclamó:
- Tu impertinencia te costará la vida.
- Eso -replicó entonces el maestro- es el infierno!
Conmovido por la exactitud de las palabras del maestro sobre la cólera que le estaba atenazando, el samurai se calmó, envainó la espada y se postró ante él agradecido.
- Y eso -concluyó entonces el maestro- eso es el cielo!
(Relato anónimo japonés)
Fábula de los seis ciegos y el elefante
"Es correcto (y constituye un gran avance) comenzar a pensar en los dos bandos que participan en la interacción como dos ojos, cada uno de los cuales da una visión binocular en profundidad. Esta visión es la relación".
(Gregory Bateson)
Seis hindúes sabios, inclinados al estudio, quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron hacerlo mediante el tacto. El primero en llegar junto al elefante, chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: «Ya veo, es como una pared». El segundo, palpando el colmillo, gritó: «Esto es tan agudo, redondo y liso que el elefante es como una lanza». El tercero tocó la trompa retorcida y gritó: «¡Dios me libre! El elefante es como una serpiente». El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó en torno y dijo: «Está claro, el elefante, es como un árbol». El quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: «Aún el más ciego de los hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico». El sexto, quien tocó la oscilante cola acotó: «El elefante es muy parecido a una soga». Y así, los sabios discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco y violento en su propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, estaban todos equivocados.
"Parábola de los Seis Sabios Ciegos y el Elefante".
Atribuida a Rumi, sufí persa del s. XIII.
(Gregory Bateson)
Seis hindúes sabios, inclinados al estudio, quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron hacerlo mediante el tacto. El primero en llegar junto al elefante, chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: «Ya veo, es como una pared». El segundo, palpando el colmillo, gritó: «Esto es tan agudo, redondo y liso que el elefante es como una lanza». El tercero tocó la trompa retorcida y gritó: «¡Dios me libre! El elefante es como una serpiente». El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó en torno y dijo: «Está claro, el elefante, es como un árbol». El quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: «Aún el más ciego de los hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico». El sexto, quien tocó la oscilante cola acotó: «El elefante es muy parecido a una soga». Y así, los sabios discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco y violento en su propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, estaban todos equivocados.
"Parábola de los Seis Sabios Ciegos y el Elefante".
Atribuida a Rumi, sufí persa del s. XIII.
lunes, 20 de julio de 2009
Teoría de la Comunicación Humana
Ahora subo un texto fundamental para quienes se precien de terapeutas sistémicos: La Teoría de la Comunicación Humana de Watzlawick y colaboradores (¡y qué colaboradores!). Para que lean algo más que los clásicos capítulos obligatorios de axiomas y paradojas.
jueves, 16 de julio de 2009
Tesis de Grado: Magister en Psicología de la Salud
Ahora subo mi tesis de magister que consistió en la realización de talleres psicológicos basados en un enfoque narrativo para prevenir sintomatología postraumática, depresiva y somática en mujeres recién diagnosticadas con cáncer de mama. Si no les interesa el tema, al menos puedo afirmar que citas y referencias están casi perfectas en cuanto a Normas Apa, como para que se inspiren...
sábado, 11 de julio de 2009
Arbol del Conocimiento
Subo este fundamental texto de Maturana y Varela, gracias a la colaboración de Belén González, psicóloga en formación. Creo que no es necesaria la descripción de su relevancia para el enfoque sistémico y cibernético.
Proximamente
Estimados, la próxima semana subiré los libros "Cuando Vivir Duele" de Michael Yapko, un excelente texto con directivas para el tratamiento de la depresión, aunque es tan práctico que requiere conocimientos previos de terapia cognitiva y sistémica para aprovecharlo al máximo. También subiré "La Oración de la Rana" de Anthony de Mello, una colección de relatos divertidos y reflexivos que me han sido útiles para la psicoterapia, ya que acostumbro a contar muchas historias y metáforas.
Por otro lado, les comento que el Taller de Técnicas de Terapia Breve Sistémica se encuentra completo en sus cupos. Se repetirá este taller las últimas dos semanas de agosto. Aún quedan cupos para el Taller de Desarrollo de Destrezas del Terapeuta.
Nos vemos.
Por otro lado, les comento que el Taller de Técnicas de Terapia Breve Sistémica se encuentra completo en sus cupos. Se repetirá este taller las últimas dos semanas de agosto. Aún quedan cupos para el Taller de Desarrollo de Destrezas del Terapeuta.
Nos vemos.
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